Somos animales sociales
Los seres humanos tendemos a acercarnos a los demás, ya sea para conductas tan básicas como la reproducción u otras más complejas y “humanas”. Es decir, buscamos vivir en sociedad.
Además, es inevitable que las personas y la sociedad que nos rodean influyan en nuestros pensamientos, valores, emociones y conductas.
De esta manera podemos entender que el ser humano es un animal social, pues tiende a vivir en sociedad y es además un reflejo de la misma.
¿Cómo influye entonces el ambiente en mi comportamiento?
¿Soy sólo un producto de mi sociedad?
Desde la psicología actual, se entiende que todo comportamiento humano está mediado por diversos factores, tanto personales como ambientales. Podría decirse que la personalidad actúa con un “filtro” que decide qué y cómo nos afecta la sociedad. El ambiente siempre va a ejercer influencia sobre nosotros, pero este filtro (la personalidad) es diferente para cada uno.
Es decir, NO somos sólo un producto de la sociedad, pero la influencia de éste puede llegar a ser enorme en ciertas situaciones.
Cuatro fenómenos o experimentos sociales dignos de ser mencionados
Aquí expongo una serie de experimentos, cuanto menos sorprendentes, sobre ciertos comportamientos tremendamente influidos por la situación concreta planteada:
1.- EL CONFORMISMO DE ASCH:
- Solomon Asch y su equipo realizan en 1951 una serie de experimentos para demostrar el poder de la conformidad. Es decir, como aceptamos o nos guiamos de la opinión del grupo a la hora de hacer una valoración.
- EXPERIMENTO: Se eligió una situación sencilla, en la que se hacían preguntas sobre las longitudes de una líneas a un grupo de 7-9 participantes. Eran preguntas muy sencillas, que en condiciones normales se acertaban el 99% de las veces.
- “EL TRUCO”: Todos los que formaban el grupo eran cómplices, y sólo uno de ellos era el verdadero sujeto. Los cómplices daban respuestas erróneas, acordadas previamente (todos la misma respuesta equivocada).
- RESULTADO: La mayoría de los sujetos tendían a contestar e manera acertada, pero mostraban cierta incomodidad, y en algunas ocasiones terminaban por sucumbir a la opinión mayoritaria. Se dejaron llevar por la opción incorrecta el 36,8% de las veces.
2.-EL EFECTO ESPECTADOR:
- EL CASO DE KITTY: Kitty Genovese fue asesinada en 1964 en EEUU. El ataque duraría unos 30 minutos, y durante este tiempo 38 personas fueron testigos del asesinato. Lo que conmocionó a la población fue que ninguno de los 38 testigo intervino o llamo a la policía.
- ¿POR QUÉ?: No se explica este acontecimiento en base a la personalidad de los testigos, es decir, no es que las 38 personas disfrutaran con el ataque o les fuera indiferente el sufrimiento de la victima. Podemos explicarlo gracias al “efecto espectador”, es decir, es menos probable que alguien intervenga ante una emergencia si hay más personas observando la misma situación.
3.-LA CARCEL DE STANDFORD:
- Philip Zimbardo y su equipo realizan en 1971 un estudio para ver cómo un ambiente extremo como es una prisión afecta al ser humano.
- EXPERIMENTO: Eligieron a 24 estudiantes universitarios que dividieron al azar en dos grupo: “prisioneros” y “guardias”. El experimento consistía en simular una prisión; los “prisioneros” fueron detenidos en sus casa y les pusieron un atuendo carcelario y una cadena. Por su parte los “guardias” tendrían turnos laborales y vestían uniforme militar.
- RESULTADO: rápidamente el experimento se descontroló, e incluso tuvieron que detenerlo antes de tiempo (sólo duro 6 días). Los “guardias” infringieron un tratamiento sádico y constantes humillaciones sobre los “prisioneros”. Tal fue el alcance que los “prisioneros” mostrarían al final del experimento graves trastornos emocionales, como reacciones psicosomáticas, traumas graves, pensamiento desorganizado…Aún así no demandaron salir del experimento, pues habían interiorizado su papel como prisioneros.
- CONCLUSIONES: En este caso se concluye que fue la situación concreta la que provocó las conductas de humillación y también de aceptación por parte de los “prisioneros”. Estos comportamientos no estarían influidos por la personalidad individual de cada participante, sino por las condiciones extremas expuestas. Recalcando así la influencia que puede tener nuestro ambiente sobre nuestras conductas y el gran poder de la obediencia.
4.-LA OBEDIENCIA DE MILGRAM:
- El psicólogo Stanley Milgram inicia en 1961, y a raíz de un interés por las conductas llevadas a cabo durante el régimen nazi, una serie de experimentos sobre la Obediencia a la Autoridad.
- EXPERIMENTO: el experimentador informa al voluntario de que está participando en un experimento sobre métodos de aprendizaje, y que él ha sido elegido (por sorteo) para ser el “profesor”. El “profesor” debe leer (por un interfono) al otro voluntario, “alumno”, un listado de palabras que éste debe recordar y posteriormente repetir. Si el alumno comete un fallo nuestro “profesor” voluntario debe administrarle una descarga eléctrica cada vez mayor (de 15 a 450 voltios). Profesor y alumno están en constante comunicación a través de un interfono (pueden oírse pero no verse).
- “EL TRUCO”: nuestro “alumno” no es realmente un voluntario, sino un actor que simula recibir descargas eléctricas; pero esto el voluntario “profesor” que administra las descargas lo desconoce. A los 75 voltios fingirá quejas de dolor, posteriormente refiere un problema cardíaco, a los 270 voltios gritos de agonía, a partir de los 300 voltios el “alumno” deja de responder y solo se oirán ruidos respiratorios previos al coma.
- RESULTADOS: para asombro de la comunidad científica, el 65% de la muestra (los profesores) administra todas las descargas (hasta los 450 voltios) y el 100% llega hasta los 300 voltios. Evaluaron el sufrimiento del alumno en un 13 sobre 14, es decir, eran plenamente conscientes del sufrimiento del otro. Además, ningún participante pidió que no se hicieran más sesiones posteriores ni acudió a ver como estaba el alumno sin permiso previo. Revisiones y replicaciones posteriores han obtenido resultados similares.
- ¿QUÉ SIGNIFICA?: Los participantes del estudio NO disfrutaron dando descargas a su compañero, e incluso verbalizaron su malestar en repetidas ocasiones. Aun así continuaron ejecutando las órdenes dadas por el experimentador. En este contexto la autoridad nubló la moral de los participantes, mostrándonos de nuevo los peligros de la obediencia.
Conclusiones
Los experimentos o situaciones anteriores son casos extremos en los que el ambiente determina el comportamiento de las personas. Sirven para sorprendernos y que podamos comprender el gran papel que juega la situación sobre nosotros, pero no describen el día a día.
El ambiente NO determina –ni justifica- nuestro comportamiento en situaciones normales, pero tampoco podemos olvidar la gran influencia que puede llegar a ejercer en nuestras conductas. Por tanto, no podemos comprender al ser humano o sus comportamientos si olvidamos considerar su contexto.
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