«Salud» un término muy usado por todos. Si a cada uno de nosotros nos preguntaran “¿Qué es la salud?”, seguramente nos vendrían varias definiciones a la cabeza. Pero ¿sabemos realmente qué es tener salud? ¿cómo conseguirla? Centraremos esta publicación en ahondar un poco sobre el tema.
Cuando hablamos de salud, muchos nos imaginamos gente enérgica, feliz y en forma. Sin embargo, si profundizamos un poco más en lo que cada uno entendemos por “tener salud”, empiezan a aparecer pequeñas diferencias. Unos priman la importancia de una buena dieta, otros el hacer mucho deporte y, para la mayoría, tener salud es sinónimo de no estar enfermo. Pero ¿esto es realmente así?
En las civilizaciones antiguas, los tratados de medicina se centraban tanto en enfermedades físicas como mentales, entendiendo que ambas impedían que una persona gozara de buena salud. Con el paso del tiempo, hemos ido dejando a un lado el bienestar mental y nos hemos centrado solo en el físico al hablar de salud. Esto ha hecho que nos centremos sobre todo en cuidar nuestro físico, nuestra alimentación… y que, a menudo, quitemos importancia al efecto que tiene nuestro ritmo de vida y el ambiente sobre nosotros.
Por suerte, en los últimos años ese concepto de salud como “ausencia de enfermedad” que hemos tenido hasta ahora, ha ido cambiando. Hoy en día, se sabe que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino también el bienestar personal y social de los individuos; haciendo referencia el término personal a los sentimientos y los pensamientos, y social, a dialogar, divertirse y relacionarnos con otras personas.
Por lo tanto, que tengamos salud no depende solo de no resfriarnos o de no tener alguna enfermedad crónica; podemos no estar malos y, sin embargo, sentir que no tenemos vitalidad, energía… Es importante cuidar nuestro mundo interior: hablar con alguien cercano de aquellas cosas que nos preocupan, o simplemente quedar con esa persona a la que hace mucho que no vemos y tenemos ganas de saber cómo le va, pueden ser algunos métodos para aumentar un poco nuestro bienestar interior.
De esta forma, el propósito de estas palabras es hacernos reflexionar y darnos cuenta de que tenemos que cuidar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. Intentar disminuir el estrés al que nos vemos sometidos, charlar con otras personas, desconectar unos minutos con nuestra canción favorita o sentir el tacto del agua mientras nos damos una buena ducha; pueden ser pequeños oasis de bienestar en la sociedad actual en la que vivimos. A partir de hoy, tratemos de cuidar un poco más nuestro mundo interior para así ganar más y mejores años de vida.
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