14 Curiosidades
acerca del suicidio
que debes saber

14 AFIRMACIONES ACERCA DEL SUICIDIO: DESMONTANDO FALSAS CREENCIAS

El suicidio es una de las complicaciones más graves en salud mental. Aún así, es para muchos un gran desconocido y muchas de las ideas que hay al respecto son sólo ideas preconcebidas que no reflejan la realidad.

Datos y estadísticas sobre el suicidio

Hay que comprender que cuando hablamos de suicidio no hablamos de unos pocos casos aislados, sino de un problema de gran repercusión a nivel mundial. Algunos datos impactantes que nos ofrece la OMS:

• Cerca de 800 000 personas se suicidan cada año. Una muerte cada 40 segundos.
• La mortalidad por suicidio es superior a la causada por guerras y homicidios.
• El 78% de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos.
• La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo.
• En 2015 fue la segunda causa de defunción en jóvenes entre 15 y 29 años.

Desmontando falsas creencias

¿No resulta desconcertante saber tan poco acerca de un problema que como hemos visto es tan grave?

Es necesario conocer ciertas características de la conducta suicida y de las personas que la llevan a cabo, con el fin de saber identificar la intención autolítica y cómo actuar ante dicha situación.

1. EL SUCIDIO NO ES UN TRASTORNO: Cuando hablamos de suicidio no nos referimos a un trastorno psicopatológico. Sí es cierto que va muy ligado a la salud mental, siendo la consecuencia más grave en cierto numero de trastornos mentales; pero se trata de una conducta no de un trastorno en sí mismo.
2. LOS INTENTOS SON IMPORTANTES: En población general (no clínica) un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante. Cuantos más intentos previos, mayor probabilidad de que se consume el suicidio en un intento posterior.
3. LAS PERSONAS SUELEN ESTAR INDECISAS RESPECTO AL SUICIDIO: Encontramos ciertos pacientes ciertamente decididos a suicidarse, pero no es lo típico. Normalmente están indecisos, de manera que una orientación, guía o ayuda apropiada en esta situación puede marcar la diferencia.
4. LAS PERSONAS SUELEN ADVERTIR SUS INTENCIONES: El 80% de las personas que consuman el suicidio habían hablado claramente acerca de su propósito. La mayoría de estas personas acudieron a un servicio de Salud Mental en las semanas previas al acto suicida. Casi nadie se suicida sin que los demás sepan cómo se sienten.
5. LA INTENCIÓN DE SUICIDARSE NO DURA PARA SIEMPRE: Las personas están en crisis suicida sólo por un tiempo, no es un problema crónico o eterno. No hablaremos de personas suicidas, sino de actos suicidas. Esto nos da por tanto la posibilidad de intervenir terapéuticamente para revertir esta peligrosa situación. Aún así  no debemos descartar posibles intentos futuros, y es importante intervenir para prevenirlos.
6. OCURREN MUCHOS SUICIDIOS CUANDO LA PERSONA MEJORA: Es frecuente encontrar personas que se suicidan unos 3 meses después de mejorar su episodio depresivo. Se debe a que, normalmente gracias a una intervención terapéutica, la persona mejora y cuenta ya en este momento con la suficiente energía para llevar a cabo las ideas suicidas que antes no podría ejecutar. Por lo que debemos estar pendientes en este momento de aparente mejoría pero mayor peligrosidad.
7. EL SUICIDIO NO SE HEREDA: Se hereda una predisposición a padecer trastornos depresivos, pero NO a tener pensamientos suicidas.
8. EL MOTIVO DEL SUICIDIO ES MUY DIFICIL DE ENTENDER: Normalmente no es sencillo identificar un motivo, debemos comprender muchos aspectos de la persona a nivel global. En terapia el profesional debe explorar diferentes áreas de la vida del paciente para intentar comprender el origen de estos pensamientos, así como los factores que los mantienen en la actualidad.
9. PENSAR EN EL SUICIDIO NO ES RARO: Los estudios indican que la idea del suicidio esta presente entre un 40-80% de la población, sin tener que ser algo patológico que deba asustarnos. Es diferente cuando esta ideación tiene cada vez una frecuencia e intensidad mayor.
10. PREGUNTAR O HABLAR SOBRE EL SUICIDIO NO INCITA AL MISMO: Es frecuente que el suicidio sea un tema tabú del que no se habla para “no dar ideas” o “incitar al mismo”. Sin embargo, hablar sobre el suicidio en un ambiente apropiado puede resultar un alivio para la persona, que ahora tiene permiso para hablar de estos pensamientos y emociones.
11. NO CONFUNDIR LETALIDAD CON INTENCIONALIDAD: Puede parecer que si la persona lleva a cabo un intento de baja letalidad realmente no tiene intención de suicidarse; pero no hay necesariamente una relación entre la gravedad del intento y la intención subyacente.
12. NO TODO SUICIDA ESTÁ DEPREMIDO, NI TODA PERSONA DEPRIMIDA SE SUICIDA: Aunque hay una estrecha relación entre depresión-suicidio, no es la única causa o desencadenante. Hay otras perturbaciones mentales que pueden conducir al suicidio (ej. 20% de la mortalidad en pacientes bipolares se debe al suicidio; la impulsividad es también un factor de riesgo). También podemos encontrar casos asociados a vivencias estresantes que no sabemos o podemos manejar.
13. SUICIDIO COMO MANIPULACIÓN: Puede pensarse que las personas amenazan con suicidarse únicamente para manipular a los allegados; sin embargo no es siempre la principal razón. Pero si la manipulación es el motivo no debemos sentir alivio. No resta peligrosidad al intento y de hecho puede agravarlo, pues puede convertirse en una peligrosa pero también eficaz arma para conseguir aquello que la persona desea.
14. SUICIDIO PARA LLAMAR LA ATENCIÓN: Es posible que la persona quiera llamar la atención, pero en este caso está dando señales de auxilio y por tanto debemos prestar atención a la persona, siempre de manera apropiada y consultando con un profesional.

¿Cómo intervengo entonces ante una ideación o intento suicida?

Da mucho miedo que un familiar o persona allegada verbalice una intención suicida, pero no debemos ignorar este hecho o restarle importancia sólo porque no sepamos cómo manejar la situación. Unas rápidas pautas a seguir:

• Dejar a la persona que manifieste sus ideas libremente, ofreciéndole nuestro apoyo. No ayudará que la persona se sienta juzgada por sus pensamientos y emociones.
• Restringir el acceso a situaciones o medios empleados en el suicidio.
• Acudir a un profesional. Se trata de un problema grave de consecuencias fatales, es necesario contactar con un profesional que valore la gravedad de la situación y decida un plan de intervención.

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