“La procrastinación es como usar una tarjeta de crédito, mucha diversión hasta que llega el recibo de pago” Christopher Parker
Procrastinar proviene del latín “procrastinare” y por lo tanto diremos que “pro” es adelante y “crastinus” hace referencia al futuro y deriva también de la palabra del griego antiguo “akrasia” que quiere decir hacer algo en contra de nuestro mejor juicio, entonces, se puede entender cómo dejar para el futuro lo que sabes que tienes que hacer en el presente, es decir, es la acción o el hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse cambiandolas por otras más irrelevantes o agradables.
CARACTERÍSTICAS
La procrastinación como síndrome que evade el responsabilizarse posponiendo tareas a realizar lleva a la persona a refugiarse en actividades que están fuera de su cometido, la costumbre de posponer puede generar dependencia de diversos elementos externos, este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la baja autoestima, es importante saber que existen dos niveles de procrastinación, el eventual y el crónico.
El eventual tal y como dice su propio nombre no ocurre de forma habitual, sino en alguna que otra ocasión.
El crónico es el que la evasión se hace de manera constante, algunos autores afirman que existen en la actualidad conductas adictivas que contribuyen a este trastorno de evasión, como pueden ser el teléfono móvil, el ordenador, más concretamente internet o la televisión.
Lo que conocemos como “síndrome del estudiante”, es decir la manera en que muchos estudiantes retrasan la entrega de sus trabajos hasta el último minuto del día de la fecha límite o el estudio hasta el día antes del examen está presente también en otros grupos sociales; cuando se acerca la fecha para pagar impuestos, las oficinas donde se llevan a cabo estos trámites se saturan, esto no es otra cosa que una conducta procrastinativa que consiste en coleccionar muchas opciones como una excusa para no decidirse por ninguna en concreto.
La procrastinación es un problema de auto-regulación y de organización del tiempo, la solución entre otras cosas consistía en tener una organización adecuada del tiempo realizando las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano. Esto no solo sucede en el campo laboral, es también muy frecuente por ejemplo en personas que evitan por ejemplo tener una conversación importante con la pareja por temor a que dicha conversación desencadene un rompimiento, incluso los niños cuando dejan de hacer algo para ver la tele, lo que están haciendo es ni más ni menos que procrastinar.
Bases psicológicas y de personalidad
En “ superar el hábito de posponer” William Knaus propone una serie de características:
Personalidades propias de personas con tendencia a la postergación:
Tipos de procrastinación
Hay tres tipo de procrastinación
El arte de posponer, ¿Cuándo fue la última vez que pospusiste algo?
Seguramente más de una vez te sentaste para hacer algo importante en tu ordenador y de repente te has dado cuenta que tenías que ir al médico, que tenías que mandar un correo urgente, que tenías la sala llena de polvo o que ya te es hora de comer porque se te hace tarde.
Lo siguiente es que llega el final del día y tu tarea importante sigue sin terminar.
Estas son las etapas que seguiste:
Primera etapa: notas ansiedad e incomodidad frente a esa actividad que hay que hacer
Segunda etapa: tu cerebro como una reacción lógica busca aliviar esa sensación con alguna otra tarea.
Tercera etapa: tu cerebro almacena esa actividad que hay que hacer como dolorosa y busca más distracciones o alguna razón lógica que explique porque la aplazaste.
Al recordar la tarea pendiente que procrastinaste en un inicio, te genera culpa o remordimiento y vuelves al punto de partida.
La procrastinación podría ser algo más que un mal hábito, se trata en realidad de un impulso natural en los seres humanos.
LAS CONSECUENCIAS DE PROCRASTINAR
Varios estudios demuestran que el motivo por el cual muchas personas procrastinan, es porque encuentran dicha tarea o actividad aburrida.
Lo que debemos hacer es encontrar una actividad que disfrutemos, si no es posible ponerle un topping a la actividad, pensar en una recompensa saludable al llegar a la frontera que marcamos.
En definitiva, procrastinar no es un problema de holgazanería, sino de cómo manejar las emociones.
En Armonía Psicólogos, podemos ayudarte a resolver esto y darte técnicas personalizadas.