A finales de los 40, un joven investigador, Paul MacLean, se interesó por el control del cerebro, de las emociones y el comportamiento. Determinó que el centro de las emociones en el cerebro se encontraba en el sistema límbico y lo describió como un área que incluye el hipocampo y la amígdala. En la década de los 60 amplió su teoría midiendo la evolución del cerebro humano en tres partes como si tuviéramos 3 cerebros en 1, a lo que le llamó cerebro triuno y lo explicó de esta manera:
“Es como si en nuestra cabeza convivieran un cocodrilo, un caballo y un ser humano, y que las decisiones las tomaran entre los tres, aunque no siempre de mutuo acuerdo”
Paul MacLean
Además de identificar el sistema límbico, señaló un sistema más primitivo llamado el complejo reptiliano y una tercera parte llamada neocorteza. Los tres sistemas permanecen cada uno en su lugar y en competencia con frecuencia. Sus conflictos ayudan a explicar los extremos en el comportamiento humano. A continuación explicaremos brevemente cada una de estas partes.
En el caso del sistema reptiliano no podemos ignorar que es un subcerebro que debemos tratar de comprender y guiar su participación en el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, es aconsejable utilizar estrategias para que el alumno perciba lo que aprende como parte de sus necesidades básicas, que le permitirá sobrevivir en un mundo que requiere de flexibilidad y cambio constante y no que la educación se base en amenazas y castigos.
En el sistema límbico, se sabe que el aprendizaje involucra contenido emocional pues, el individuo debe querer aprender y sentir que puede ser capaz de hacerlo. De no ser así, pueden producirse bloqueos que impedirán el objeto del aprendizaje pasar por la neocorteza. Por este motivo es responsabilidad de los profesores tratar que los sentimientos del alumno, en relación al profesor, la escuela y al tiempo de estudio interactúen armónicamente para que el alumno rompa la barrera del sistema límbico y llegue la información a la neocorteza donde será procesado, transformado, recreado y contenido en aprendizaje permanente y significativo.
En el sistema neocortex el reto de la educación está en ayudar y estimular al alumno para que utilice las facultades de ambos hemisferios. Es deber del docente ayudarlo a percibir, procesar y comunicar información para beneficio armónico.
Para poder comprobar los continuos debates que se generan entre estas 3 partes existe el siguiente ejercicio: un día sin comer nada, donde lo único que puedes tomar es agua.
Lógicamente, tu parte humana o neocorte te va a decir no pasa nada, no te vas a morir por estar 24 horas sin comer. Emocionalmente va a haber un sentimiento durante el día que te recordará que tienes que comer algo. Por último, la parte reptiliana qué necesita sobrevivir te va a empujar de tal forma que va a encontrar la manera de motivarte a que comas algo.
Se trata de que tú, con tu parte lógica si crees que tienes el control, logres convencerte a ti mismo de que vas a estar bien y que no pasa nada por estar 24 horas sin comer para lograrlo.
Con este ejemplo nos daremos cuenta y explicación a lo que realmente sucede cuando queremos dejar de hacer algo y no podemos por pensamientos que no provienen de nuestra parte lógica. Sirve para darnos cuenta de que no es nuestra culpa que sí hemos tenido esas reacciones en nuestra vida es perfectamente normal. También te das cuenta de que podrías mejorar en tu desarrollo personal. Cuando llegas a tener el verdadero manejo de tus emociones y puedes controlar todas tus acciones tu vida pasará a ser mucho mejor porque pasarás a ser libre.
Si te cuesta tomar el control de la parte más primitiva, la reptiliana, o coordinar cualquiera las tres y no te deja ser realmente libre o cumplir tus objetivos podemos ayudarte. Contacta con nosotros.
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Aunque no tengo una formación académica suficiente, siento una gran actraccion por la psicología y todo lo que tiene que ver con el comportamiento humano.