Con la palabra insomnio nos referimos a la imposibilidad de permanecer dormido por un número de horas suficientes como para que durante el día no haya somnolencia. En otras palabras, cuando nos ponemos en una situación cómoda para dormir y a pesar de ella no conseguimos hacerlo o no por el bastante tiempo como para no tener sueño al día siguiente.
Junto a esta definición conviene aclarar que hay personas que no es que sufran de insomnio, sino que el problema de que no consigan dormir por la noche es que no encuentran su horario ideal de sueño. Estas luego lo compensan con siestas y pueden llegar a acabar el día habiendo dormido, aunque no de continuo, las horas de sueño necesarias para el descanso.
Una vez aclarado el concepto veremos los diferentes tipos de insomnio que existen y como tratarlos.
Como su nombre indica, su principal causa es estrés, generalmente, por un problema sin resolver. El inconsciente sabedor de ello, al acercarse la hora de despertarse, por miedo y nervios ante ese problema hace que te despiertes antes de la hora programada.
Este insomnio se ha de resolver, por lógica, resolviendo el problema. Hay personas que tienen el habito de no solucionar sus problemas y pueden llegar a arrastrar este tipo de insomnio meses, es importante corregir este hábito. Es mejor quedarse por la noche resolviendo el problema y luego dormir bien al día siguiente que dejarlos pendientes de resolver.
También se hace necesario aprender a distinguir niveles y no darle la importancia a ciertos problemas que no la merecen.
Es el clásico, el que nos hace dar vueltas en la cama angustiados por no poder dormir. Este insomnio es puramente psicológico y se debe al propio miedo a no dormir, a estar angustiado dando vueltas en la cama pensando en que deberías dormir para rendir al día siguiente. No existe ningún problema específico que necesite ser resuelto como en el anterior.
Ese pensamiento produce una especie de círculo vicioso que hace que imposibilita dormir. La mejor solución para este fenómeno paradójico es relajarse sobre el tema. Hacer una tarea aburrida o intentar no pensar en nada no funciona en este caso, lo que hay que hacer es eliminar el miedo a no dormir.
El psicólogo Rafael Santandreu cuenta varias técnicas para quitarse este miedo a no dormir:
El psicólogo explica que los montañeros son capaces de dormir en todos sitios, de ahí su nombre. Todos hemos visto fotos de montañeros durmiendo amarrados con arneses en la pared de una montaña, pero ¿qué tienen que son capaces de dormir en cualquier parte?. Esta técnica se basa en que la primera noche lo más seguro es que el montañero no duermas, pero al día siguiente deber coger la mochila y seguir con la ruta programada hayas descansado o no. Con esto, la segunda noche o a la tercera, están tan cansados que duermen y descansan donde sea: en lo alto de una montaña, es un terraplén, en un foso, de pie, etc.
Lo que el psicólogo quiere decir con esto es que no debemos preocuparnos en absoluto de dormir una noche, eso sí, al día siguiente se hace necesario levantarse bien temprano, ir al gimnasio, trabajar y rendir lo máximo como haría un montañero, sin hacer siestas, y a la segunda noche.dormirás bien.
Si vamos a un monasterio veremos que hay monjas de todas las edades y, entre todas las monjas, se hacen lo que se llaman vigilias. Esto consiste en que no duermen una noche por quedarse orando o meditando. Al día siguen se ponen a trabajar en sus labores, de forma similar al montañero, rinden perfectamente. Con esto podemos volver a comprobar que no pasa nada por no dormir una noche.
Aun así, hay gente que al día siguiente sufren comiéndose la cabeza culpándose de no haber dormido y se condicionan pensando que van a estar hechos polvo. Es importante pensar que puedes estar bien y rendir al máximo para dormir perfectamente la segunda noche.
Esta técnica consiste en levantarte, vestirte y ponerte a hacer algo útil cuando no podamos dormir (estudiar, limpiar, trabajar, no vale hacer algo de ocio) y hacerlo durante una hora. Al cabo de la hora te puedes meter en la cama otra vez y tienes que ver si en los primeros 5 minutos eres capaz dormir, en el caso de que no sea así es necesario repetir el proceso haciendo otra hora de trabajo útil las veces que sean necesarias hasta lograr conciliar el sueño.
Esta técnica fundamentalmente eficiente porque, pese a no dormir una noche en el peor de los casos, la has pasado haciendo algo útil y productivo que al día siguiente nos hará sentir mejor aplacando el auto-castigo por no dormir.
El objetivo es conseguir cambiar la mentalidad, haciendo que si otro día no podemos dormir no veremos una noche de insomnio como algo tan malo y desesperante, sino como una oportunidad para adelantar trabajo.
Debemos tener especial cuidado en estas situaciones de insomnio con comer cuando no podemos dormir. En las situaciones de insomnio es normal auto-castigarse sin querer por no poder dormir. Muchas personas tienen asociado que ante un problema necesitan una gratificación, un placer y recurren a la comida. El problema es que esta gratificación es efímera y tenderemos a comer más para prolongarla. Lo mejor es buscar otro tipo de soluciones como las que hemos indicado.